Las hormonas desempeñan un papel crucial en casi todas las funciones corporales, y la fertilidad no es una excepción. El equilibrio hormonal adecuado es fundamental para que el proceso de embarazo ocurra sin complicaciones. Desde la ovulación hasta la implantación del embrión, las hormonas son las que orquestan cada paso del camino hacia el embarazo. En este artículo, exploraremos la influencia de las hormonas en la fertilidad y qué puedes hacer para mantener el equilibrio hormonal.
La influencia de las hormonas en la fertilidad
Las hormonas son sustancias químicas que producen las glándulas endocrinas y que se liberan en el torrente sanguíneo. Estas señales químicas controlan y regulan la mayoría de los procesos del cuerpo, incluida la reproducción. En el contexto de la fertilidad, hay varias hormonas clave que intervienen en el ciclo menstrual y en la capacidad de conseguir un embarazo.
Principales hormonas implicadas en la fertilidad
Hormona antimülleriana (AMH)
La hormona antimülleriana (AMH) es un indicador de la reserva folicular. Se puede evaluar su estado en cualquier momento del ciclo menstrual y nos ayuda a saber cómo está la ovulación. Esto nos permite tomar acciones y protocolos de inducción de ovulación para conseguir óvulos de buena calidad que beneficien a la paciente para obtener mejores tasas de embarazo.
Hormona folículo estimulante (FSH)
La FSH es esencial para el inicio del ciclo menstrual, se descarga durante la fase folicular y estimula los ovarios para que comiencen el crecimiento y maduración de los folículos que contienen los óvulos. Los niveles adecuados de FSH son necesarios para que uno de estos folículos crezca y se desarrollen lo suficiente como para liberar un óvulo durante la ovulación.
Hormona luteinizante (LH)
La LH trabaja en conjunto con la FSH, se descarga a la mitad del ciclo y corresponde a la fase lútea del ciclo menstrual. Un pico en los niveles de LH desencadena la ovulación, el proceso mediante el cual un óvulo maduro es liberado del folículo ovárico. La LH también estimula la producción de progesterona, que es vital para preparar el útero para la implantación del embrión.
Estrógeno
El estrógeno es una de las hormonas sexuales femeninas más importantes. Durante la primera mitad del ciclo menstrual, el estrógeno ayuda a engrosar el revestimiento del útero, preparando el cuerpo para un posible embarazo. Además, regula la producción de FSH y LH, asegurando que la ovulación ocurra en el momento adecuado.
Progesterona
Después de la ovulación, la progesterona toma el control para preparar y mantener el revestimiento uterino llamado endometrio, madurándolo para la posible implantación de un embrión. Si se produce la fertilización, la progesterona mantiene el embarazo en sus primeras etapas, evitando que el revestimiento uterino se desprenda.
Es importante conocer que los estrógenos y la progesterona en niveles adecuados disminuyen la amenaza de aborto.
Gonadotropina coriónica humana (hCG)
La hCG es la hormona que se detecta en las pruebas de embarazo. Es producida por el embrión una vez que se implanta en el útero. La hCG mantiene el cuerpo lúteo en el ovario, que continúa produciendo progesterona para mantener el embarazo durante las primeras semanas.
Desequilibrios hormonales y su impacto en la fertilidad
El equilibrio hormonal es esencial para la fertilidad, y cualquier alteración en este delicado sistema puede dificultar el embarazo. Algunos desequilibrios hormonales comunes que afectan la fertilidad incluyen:
- Síndrome de Ovario Poliquístico (SOP): Este trastorno hormonal provoca niveles elevados de andrógenos, LH de la hormona luteinizante (LH), en algunos casos alteración de la aromatasa, lectina, insulina, entre otras y puede interferir con la ovulación, dificultando el embarazo.
- Hipotiroidismo o Hipertiroidismo: Un mal funcionamiento de la glándula tiroides puede afectar los niveles de FSH y LH, lo que puede provocar ciclos menstruales irregulares y problemas para quedar embarazada.
- Insuficiencia Lútea: Si el cuerpo no produce suficiente progesterona después de la ovulación, el revestimiento uterino puede no estar adecuadamente preparado para la implantación, lo que puede resultar en infertilidad o abortos recurrentes.
¿Cómo mantener el equilibrio hormonal?
- Adopta una dieta regulada
Una dieta rica en nutrientes, antioxidantes, grasas saludables y proteínas puede ayudar a mantener el equilibrio hormonal. Evita el consumo excesivo de azúcar y carbohidratos refinados, que pueden contribuir a la resistencia a la insulina y afectar la ovulación. - Mantén un peso saludable
Tanto el sobrepeso como el bajo peso pueden alterar los niveles hormonales y afectar la fertilidad. El exceso de grasa corporal puede aumentar los niveles de estrógeno, mientras que la falta de grasa puede interrumpir la producción de hormonas necesarias para la ovulación. - Maneja el estrés
El estrés crónico puede alterar los niveles de cortisol, una hormona que puede interferir con la ovulación. Practicar técnicas de relajación como la meditación, el yoga o el ejercicio regular puede ayudar a reducir los niveles de estrés y promover un equilibrio hormonal saludable. - Consulta a un especialista
Si sospechas que podrías tener un desequilibrio hormonal que afecta tu fertilidad, es importante consultar a un especialista en fertilidad, tratamientos de reproducción asistida y endocrinología. En Fertivida Ibarra, nuestro equipo de expertos puede ayudarte a identificar y tratar cualquier problema hormonal para mejorar tus posibilidades de concebir.
Las hormonas juegan un papel fundamental en la fertilidad, controlando cada aspecto del ciclo menstrual y la preparación del cuerpo para el embarazo. Mantener un equilibrio hormonal adecuado es esencial para un embarazo saludable. Si estás teniendo dificultades para embarazarte o quieres asegurarte de que tus hormonas estén en equilibrio, te invitamos a visitar Fertivida, nuestro centro de fertilidad y endocrinología ginecológica en Ibarra. Te ayudamos a comprender y manejar tu salud hormonal y junto de la mano podemos alcanzar tu sueño de ser madre.